DIVAGACIONES MENTALES, MAS POESIA

PRIMERO

La pondré como una espada, o un espejo y abriré hasta la muerte sus piernas temerosas. Morderé las orejas y venas. La haré retroceder con ojos cerrados, dormida en un espeso rió de semen verde. La inundare de rosas, amapolas y relámpagos. La envolveré en rodillas, en labios, en agujas. La entrare en pulgadas de epidermis, llorando y prisiones de crimen y sexo y pelos empapados. La haré huir, escapándose por uñas y suspiros...

SEGUNDO

Me detuve delante de su sombra. Bese sus manos, el cuello, su perfume, su sonrisa y su miedo. La deje desnuda, sobre la cama vacía, suspendida entre suspiros y sudores. No hubo necesidad de palabras, salían sobrando las excusas. Se había hecho y eso bastaba. La luz corría a gotas por las paredes. Temblaron nuestros pensamientos, al paso de la lengua. Fue un instante mágico, apasionadamente corto, inseguro y sumiso y quizás irrepetible...

TERCERO

Déjame desnudarte en el silencio de los días que no fueron. Es tu perfume y tu piel una mezcla excitante. Me encanta la esperanza de tu vestido, viviendo su propia muerte aun tirado en el piso. Pero te hago el amor, boca contra boca, cuerpo contra cuerpo. Entre sudor y penumbras, tacto y saliva. Canciones que corren por los labios y trepan por las paredes del cuarto. Somos dos cuerpos bañados por una luz de complicidad. Consumado el acto, todo es pasado. Nadie recordara un orgasmo.

CUARTO

Quisiera lamer las interioridades de tus zonas. Palpar el sexo en tus movimientos. Elevarte con acordes mas altos y tocar tu música, con mis manos. Jugar tu juego en plena boca y dejarte tendida bajo el cielo. Abiertos tus ojos, como lo que nunca dices. Esperar y ser nueva vez, tu dueño. Amanecer contigo y el amor y totalmente desnudos. Y dejarte naufrago en un mar, de verde semen y estrellas...

QUINTO

Ya no me des mas distancias, si tu no estas en ellas. Dame espacios vacíos, para llenar con la locura de estos días. Traspasa las densas nubes de lo que nunca tuviste y con tus manos largas y extensas, cubre mis preocupaciones. Sueña niña tal vez, con el ángel de tu guarda, mientras descansas ...bajo mi cuerpo.

SEXTO

Es la lluvia, su dolorosa caída. Es su posición vertical la que me enferma. Pero tu estas conmigo y todo calla. Afuera moja la lluvia, la vida. Pero tu estas dormida. Soñando tal vez, con caracoles centenarios e impúdicas miradas y salivas, caricias y besos. Todo mezclándose bajo noche, hasta convertirse en un mar de sexo...Yo intento llenar de mi carne, todos tus vacíos. Pero somos dos cuerpos creciendo, rodando hasta caer de bruces, en agónico grito, de pelos empapados y legiones de larvas, marchando rumbo a la vida. Adentro yo te dejo suspendida y horizontal y despierta. Afuera nada existe, solo la lluvia y su vertical caída.

Nolberto Sabino