Existen muchas cosas, que bien pudiera regalar a mi madre en el día de
la Madres. Pero quiero ofrecerle uno, que aunque no se compra, tiene un valor inigualable mi eterno reconocimiento por una vida llena de sacrificios a favor
de sus hijos. Así mismo, hago extensivo este reconocimiento, a todas las madres
cuyos hijos les cuesta tanto decir “te quiero mama”.
Por que nuestras madres son de esas madres que se levantaban muy
temprano para llevarnos al colegio cuando eramos niños, que mal desayunaban
para que pudiéramos hacerlo nosotros mejor. Esas madres que muchas veces
no entendíamos y que otras en silencio, eran las mejores madres del mundo. Me
refiero a esas madres que sin estudios en economía, manejaban sus hogares con
escasos recursos, alargando el peso para llegar a fin de mes; que aguantaban
nuestras pendejadas, así como nuestros muchos desplantes de adolescente. A esas
madres que nos cuidaban cuando estábamos enfermos, que dormían poco esperando
que nos pusiéramos bien, que disfrutaban viéndonos jugar con inocente entrega.
Cuando hablo de mi madre lo hago extensible a todas las demás porque se
lo merecen. Son merecedoras de este reconocimiento. Pero también creo que no es
suficiente con esto, que hay que quererlas siempre. Muchas veces no nos damos
cuentas del valor de nuestras madres porque las vemos todos los días y estamos
más ocupados de otras cosas, que no recordamos que están con nosotros, cuando
más las necesitamos, cuando enfermamos, cuando necesitamos de alguien, siempre están o han estado allí. Pero nos olvidamos que también tienen una vida y
necesitan nuestro afecto.
Creemos que la condición de hijo nos da la licencia para exigir de
nuestras madres todo una vida de servicios y no somos conscientes que también
tenemos unas obligaciones con quien nos ha dado la vida y es con ellos,
nuestros padres. Ha quien debemos de querer ahora que lo necesitan, de darles
el reconocimiento que se merecen a una vida de sacrificios de esfuerzos de
tesón de horas esperando a que llegues ,de las veces que te has conformado con
un trozo de pan y cualquier cosa, como te he escuchado muchas veces decir .Por
esas horas cosiendo y por aprovechar la ropa del mayor para el pequeño y así
seguiría.Como sigues ahora preocupándote por nosotros y por tus nietos.
Es ahora que llega tu día que aprovecho para decirte a ti y a todas las
madres del mundo Gracias por ser especiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No tengas miedo de comentar, la participacion es un derecho y un deber... tambien es un forma de cooperar con esta pagina.