Anoche tuve un sueño.
Soñé que se estaba conformando un “equipo todos estrellas” en Los Llanos. Queriendo formar parte del Dream Team pude ver a muchos Llaneros presentarse a la cancha, el día en que se hizo la convocatoria, la cancha estaba repleta tanto de jugadores como de fanáticos en las gradas.
Cuanta camarería. Cuanto entusiasmo, cuantas risas y abrazos. Ya todo estaba dispuesto, el equipo había sido conformado, estábamos prestos a escuchar los nombres de los jugadores que representarían a nuestro pueblo. Los líderes que organizaron y dirigían el Dream Team, estaban orgullosos de tal convocatoria.
Pero como si alguien intentara echar un mojón al sancocho, se escucho desde las gradas, la voz de un fanático que protesto porque entendía que había muchos comesolos en el Dream Team, a lo que una señora más abajo le respondió, que no servían ningunos de los que estaban, ni los que estuvieron y que tampoco servirían los que vendrían luego. Otro creyó, que se trataba de una estrategia del gobierno para que los peregrinos no fueran empujando su ambulancia hasta el palacio nacional.
El ambiente empezó a enrarecerse, tanto que fue necesaria la intervención rápida de los agentes del orden quienes empezaron a repartir macanazos a diestra y siniestra. Pero ya la llama de la discordia se había encendido. Los ánimos fueron subiendo y la cerveza que reinaba aquel día, empezó a hacer estragos en las mentes de los que no habían comido.
Desde el centro de las gradas un señor vocifero, que este equipo no ganaría, porque no tenía tenis nuevos, y que los uniformes no podríamos conseguirlos por que el gobierno no nos aportaría nada, que sino que nos fijáramos en la carretera y las calles. Y alguien que salió no sé de donde, le propino un bofetón que lo hizo callar. Una señora dueña de un comité de base del partido de la oposición, tuvo que ser sacada a empujones, ya que quería comerse a otra del bando oficial.
Un representante de los agricultores, se enfrasco en dimes y diretes con otro representante de la sociedad conservacionista del medio ambiente, y ambos tuvieron que ser separados por los agentes del orden. Varios estudiantes del plantel, se les vio mercadeando con drogas y fumando otras porquerías.
Ya la cosa se había puesto color de hormiga, los jugadores del Dream Team empezaron a desanimarse, vi a muchos salir de la cancha, doblar por la esquina del parque y sentarse a la sombra de los arboles a beber para botar el pique.
Finalmente, luego de calmados los ánimos. Solo habíamos quedado algunos jugadores en la cancha, tan pocos que no podríamos iniciar un juego. De los lideres que nos quisieron organizar, de esos no podría decir, se les vio metidos en la discoteca gastarse parte del dinero que habíamos recolectado.
Los que quedamos, pocos pero llenos de esperanzas, decidimos publicar en los diarios de circulación nacional un anuncio que dijera: “se necesitan jugadores refuerzos para conformar un verdadero equipo Municipal, no importa el pueblo de donde sean, tampoco importa que sepan jugar, ni que sean del partido blanco, rojo o morado, el único requisito es que quieran conformar un EQUIPITO pa´ salir a ganarle unos cuantos juegos a: los vicios, las drogas, las bandas, a los políticos corruptos, a las Autoridades del Gobierno que no cumplen, a los estudiantes que se pierden, a una carretera de mierda que no se termina de reparar, a unas calles que parecen queso suizo de tantos hoyos, ganarle algunos juegos al Dream Team del engaño que todavía sigue ganándole los juegos a los pendejos, honestos, trabajadores, progresistas hijos de Los Llanos”.
Y al final, por suerte desperté.
Nolberto Sabino
