Durante muchos años, las Autoridades Municipales, han dispuesto de nuestros desechos sólidos (basura), mediante la técnica de recolecta, traslado y amontonamiento en los llamados vertederos, para su posterior incinerado. Este método ocasiona grandes males al ecosistema de nuestro Municipio, ya que los vertederos a cielo abierto constituyen focos de contaminación ambiental, generan graves problemas de salubridad y pueden ser la principal causa de la devaluación de las propiedades vecinas.
Nuestro pueblo produce un estimado de entre cinco y diez toneladas de basura por día, La mayoría de la basura que se produce se compone de 46% de materia orgánica: cáscaras de plátano, borra de café, arroz de sobra o concón, huesos, hollejos de cítricos (naranjas, toronjas, limón), verduras y legumbres en mal estado. En fin, las partes de comida en general.
La basura contiene además papel y cartón, en un 22% (servilletas, papel higiénico o de baño, hojas de escribir, periódicos viejos, propaganda suelta, envases de leche o de jugos de cartón, cajas de pizza o de otras mercancías). Pero recuerde que el papel es un recurso renovable, que lo podemos utilizar varias veces. En la basura el 12 por ciento son plásticos, (botellitas de agua y de refrescos, vasos, bolsas, platos, potes de: aceite, sazón, vinagre, champú y rinse, detergentes, etc.). Todos ellos también se pueden reciclar.
Así mismo el 8% de la basura es vidrio, potes y botellas de cerveza, ron y de diversas mercaderías. El vidrio es muy fácil de reciclar y no pierde sus propiedades, ya que se aprovechan el proceso de fundición, y con ello se generan nuevos objetos de este material. En cuanto a los metales, 4% de la basura son metales, (latitas de pica pica, latas de: salsa, sardinas, habichuelas o guandules y finalmente, 8% de los desperdicios contenidos en una funda son de otros materiales.
Pero, ¿se tiene conciencia de la riqueza que es la basura, y todo lo que podemos hacer con lo que se supone no sirve?
La recolección y manejo de desechos sólidos, se ha convertido en los últimos años en un gran negocio, en donde participan empresas creadas para fines específicos como las empresas recolectoras y de traslado de la basura, las empresas recicladoras que separan de la basura los materiales que pueden ser reutilizados como el papel, cartón, el plástico y los metales, y finalmente las empresas generadoras de energía limpia, a partir de gas metano producido por la descomposición de la basura.
A partir de hoy, deberíamos cambiar de aptitud frente a la cantidad de desecho solido que produce nuestro pueblo, y cambiar la expresión “Dios, cuanta basura!” por otra que diga “Dios, cuanta oportunidad de negocio”.
Nolberto Sabino
