viernes, 20 de septiembre de 2013

JOVEN LLANERO.., SER O NO SER LA DIFERENCIA

Pienso que no hay nada más satisfactorio, en la vejez, que el haber vivido una juventud plena. Pero que es vivir a plenitud la juventud? Acaso beber alcohol todos los días, tener muchas mujeres u hombres según sea el sexo, adquirir mucho dinero, estudiar una buena carrera? No, vivir plenamente quiere decir, el haber completado satisfactoriamente una etapa de nuestras vidas. El haber participado activamente en la construcción de una mejor sociedad.

Vivir la juventud, supone el haber contribuido a realizar los cambios que la sociedad requiere y es que la juventud es la llamada a realizar las transformaciones sociales, ya que es en esta etapa, en la que el hombre, descubre, cuestiona, se rebela contra el establishment y crea las bases de una sociedad que debe estar en constante avance.

Es por eso, que la mayoría de las grandes empresas, prefieren contratar a jóvenes recién egresados de universidades, para explotar sus inquietudes juveniles, su creatividad y las soluciones revolucionarias que vienen con la juventud, priorizando la juventud por encima de la experiencia.

También en el campo de las ciencias, las tecnologías y las artes, los jóvenes hacen sus grandes aportes. Ejemplos de jóvenes que han revolucionado las respectivas áreas en las que incursionaron: Bill Gate, quien con solo unos pocos dólares creo uno de los emporios tecnológicos más grandes de este y el pasado siglo. El Steve Jobs quien revoluciono las telecomunicaciones con su IPhone, está el caso de Mark Zuckerberg creador de Facebook y estos son solo algunos de los principales personajes revolucionarios e innovadores, quienes vivieron su juventud plenamente, haciendo realidad sus sueños y cambiando los sueños de los demás.

Con esto lo que pretendo es llevar una chispa a los corazones de todos los jóvenes de nuestro pueblo San José de Los Llanos, en el entendido de que los cambios que requiere nuestra sociedad deben ser motorizados por ellos, pero que el tiempo es ahora y no cuando sean viejos como hicieron las generaciones pasadas. La tarea luce titánica, pero con constancia, creatividad y soluciones innovadoras podríamos tener un San José de los Llanos encaminándose en la ruta al progreso.

La exhortación es a vivir plenamente la juventud, es un llamado a participar de las decisiones que se están tomando, es cuestionar todo aquello que no les parezca normal, ni ética ni adecuadamente; es ir a la instituciones activas a colaborar, es crear las instituciones que entiendan deban ser activas, es buscarle las cuatro patas al gato de la improvisación de las generaciones pasadas, es rebelarse a los hechos del pasado para inventar un futuro. Es salir del ostracismo y dejar la apatía, es ensuciarse las manos colaborando para beneficiar al prójimo.

Al final en su vejez, les aseguramos, que se sentirán orgullosos y satisfechos de haber vivido su juventud plenamente, al favor del pueblo.

Adelante Llaneros, el futuro se debe construir ahora. Te toca a ti joven Llanero, ser o no ser la diferencia.


Nolberto SABINO

lunes, 16 de septiembre de 2013

LLANEROS, POR ESO, ESTAMOS COMO ESTAMOS...

Se ha preguntado usted, porque en nuestro pueblo hay pocas personas, interesadas en ayudar a la comunidad y cuando aparece alguno que si tiene deseos, empiezan los demás a criticar cual si practicaran algún deporte y buscándole las cuatro patas al gato, tratando de denostar las buenas intenciones. Siempre bajo la justificación de colores partidarios o enarbolando banderas de cuarteada moralidad.

Para entender esta actitud y las exageradas reacciones a las aspiraciones y pretensiones de otros compueblanos de querer ayudar a los más necesitados, les dejo transcrito el siguiente experimento científico que encontré en la web de Natgeo, llevado a cabo hace unos meses y cuyas conclusiones de seguro explicaran el mencionado fenómeno llanero de la apatía y la deportiva crítica.
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   En una jaula de laboratorio, instalaron cinco chimpancés, (recuerden que el chimpancé, comparte casi el 80% de los genes con el hombre). En el centro de la jaula pusieron una escalera y sobre el techo un racimo de guineos maduros. El primero en subir por las escaleras y tomar guineos, fue un joven chimpancé, quien por su juventud era muy inquieto y curioso.

Tan pronto como subió el joven chimpancé, a los demás abajo, les rociaron con agua muy fría, (recuerden que a los chimpancés no les agrada mucho el agua). En el segundo intento que hizo el joven chimpancé, para subir a las escaleras y tomar más guineos, también les fue rociado agua muy fría a los demás que quedaron abajo.

Adivinen que ocurrió la tercera vez, que el joven chimpancé intento subir por las escaleras…: lo bajaron a manotazos limpios y le dieron una tunda de golpes que el joven no quedo con ganas de volver a subir por más guineos. Pero tampoco a ninguno de los demás les dio deseos de subir por temor a ser golpeados por los otros.

Los científicos quedaron sorprendidos por esta inconducta, e intentaron cambiar los miembros del grupo, sacando uno por uno los chimpancés más viejos de la jaula y poniendo en su lugar a chimpancés más jóvenes. Que creen que pasó…: se repitió la misma conducta siempre. Los jóvenes recién llegados intentaron subir las escaleras pero siempre eran bajados a golpes, por lo que en poco tiempo dejaban de intentarlo. Al final cambiaron a todos los simios del experimento uno por uno, hasta que no quedo ninguno del primer grupo. Que creen…: ya ninguno de los del grupo aunque nunca fueron golpeados, ni mojados con agua muy fría, querían subir a la escalera por los guineos, por que los chimpancés anteriores ninguno lo hacía. Es decir se transmitió esta inconducta, aprendida a fuerza de golpes y agua fría.

Acaso este experimento no les recuerda, las inconductas de algunos de nuestros compueblanos que solo asoma una buena intención de ayudar, colaborar, asociarse o educar a otros, y saltan sobre uno como si fueran los chimpancés del laboratorio, aunque sea dicho de paso, sin golpes…. Pero con una saña tal se despotrican, se mofan, desmotivan a los demás y siempre creen tener la razón.

Por eso estamos como estamos, por chimpancés que somos.


NOLBERTO SABINO