jueves, 3 de noviembre de 2011

EN DEFENSA DE LAS HORMIGAS..

Las hormigas como armas eficaces en contra de la inmundicias humanas regadas por doquier necesitan de defensores ardientes, tanto o más que ardiente que el ácido fórmico que poseen para ¿defenderse? de sus enemigos naturales.

Hemos desarrollado una hormigo-fobia absurda que nos lleva a atacar de una forma indiscriminada y masiva a toda manifestación del efecto limpiador de estos eficaces  barrenderos que rondan, rastrean, huelen, encuentran, avisan del material para remover y rápida y eficazmente, retirar todo detritus dejado por esta humanidad que, no ha aprendido aún a retirar, procesar, aprovechar  escombros con la inigualable eficacia de esa maquinaria que tiene de ventaja/ desventaja de ser un insecto.

Es ventaja por aparecer  por lo menos cien millones de años antes sobre la faz de la tierra, pero además por estar orientada su evolución hacia la supervivencia pura y simple de su especie, por encima de cualquier otra consideración o razón.

Es desventaja desde el punto de vista grosero de nuestra visión dominante sobre la tierra, lo cual permite que agredamos de una forma masiva y sin pensar en las consecuencias para el equilibrio de todas las especies, usamos   - por esta manera errónea de ver el mundo-, poderosos insecticidas que matan las hormigas, arrasan con sus nidos, matan por miles a estas eficaces ayudas naturales y de paso matamos otras especies por la toxicidad diseminada y encima atacamos de una manera salvaje al equilibrio ambiental con tóxicos que tardaran años en desaparecer del lugar y de paso envenenamos nuestro entorno ecológico.

Hace años descubrí de forma accidental, un grupo de hormigas de las que solemos llamar en Santo Domingo “caribes” por lo urticante de sus picaduras, sufrí múltiples “ picadas ” las cuales sorprendentemente me mejoraron mi dolor crónico, de años, en mi pierna izquierda, producto de la combinación de una pequeña hernia discal L4-L5 y un proceso de Vasculitis Inmuno-alergica que padezco. Este hecho me decidió a investigar que había pasado y de paso me hizo recordar que en mis primeros años de ejercicio medico, existía en el mercado un analgésico inyectable a base de Acido Fórmico-el acido que inoculan las hormigas-,el citado analgésico era muy efectivo y fue retirado del mercado, según sospecho, por ser muy barato.

A partir de mi “accidente” he recomendado a varias personas amigas el uso de las picaduras de hormigas para alivio de dolores tanto articulares como los producidos por hernias discales, el éxito ha sido notable, donde no parece tener efecto es en el dolor producto de una Ciática, las razones las desconozco, pues parecería lo correcto esperar los mismos resultados, pero no es así.

En el mercado internacional existen preparados en capsulas de factura china, que prometen ser potentes analgésicos, sobre todos en los casos de inflamaciones de articulaciones. Personalmente no tengo experiencia en este tipo de administración, pero si con las picaduras directas de mis queridas hormigas “caribes” que además, son de fácil acceso en cualquier lugar en que vivas, pues es muy difícil caminar un solo metro, sin que te encuentres con mis queridas amigas las hormigas.

En una ocasión una amiga Italiana, residente en Santo Domingo desde hace varios años, entabló una discusión amistosa respecto a las hormigas, pues ella estaba muy molesta con la “ invasión “ que según ella se había producido en su casa, “ en su propiedad “ según su parecer, yo le rebatí el concepto, pues si hay algo que puede reclamar como suyo, como de su propiedad, en cualquier espacio sobre la tierra, son las hormigas, que llevan millones de años sobre la faz del planeta y que, además, pretenden quedarse sobre ella más que nosotros, pues tienen mejores herramientas para ello. Si se habla de invasión, los invasores somos nosotros, que le estamos tratando de ocupar su espacio.

En mi propia casa me opongo a que se usen Spray contras las hormigas ( lo usan cuando no estoy presente ), trato de hacerles entender que ellas son nuestras mejores ayudantes en la limpieza de los restos (basuras) tanto restos minúsculos como los de mayor tamaño que vamos dejando caer por todos lados, en nuestro trajinar casero diario, además en nuestro pequeño patio trasero, son unos removedores de tierras excelentes para mantener bien oxigenado y purificado el suelo donde sembramos cosas y de paso eliminan otros insectos vivos o matados, como dicen algunos, que andan por ahí, tirados de cualquier manera. (Tomado del Blog Diario de un Medico de: Dr. Jose Adalberto Llibre Tello).

Nolberto Sabino